Dados los cambios producidos por el envejecimiento en la composición corporal y su funcionalidad, es lógico pensar que las necesidades de energía y nutrientes deban adaptarse a esta nueva situación. Hasta hace pocos años, las recomendaciones dietéticas para este grupo o no existían o eran las mismas que para la población adulta; en la actualidad y dadas las evidencias científicas actuales, ha cambiado el enfoque no sólo porque están establecidos intervalos de edad para este grupo (51-70 años y mayores de 70 años) sino porque las ingestas dietéticas de referencia establecidas consideran cantidades de nutrientes y componentes de los alimentos capaces de reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
Debe considerarse que es un colectivo especialmente vulnerable desde un punto de vista nutricional; es una etapa de la vida en la que confluyen muchas circunstancias que afectan a la correcta nutrición de la persona como son cambios fisiológicos y metabólicos, patologías asociadas a la edad y mayor prevalencia de ciertas enfermedades que requieren tratamiento nutricional (diabetes, hipertensión, dislipemias), administración de fármacos que interfieren en la absorción de nutrientes, dificultad para masticar y tragar ciertos alimentos, así como circunstancias sociales y económicas.
En O.live se consideran todas estas circunstancias, estableciendo unas pautas nutricionales óptimas para la persona en función de sus patologías, fármacos, hábitos y gustos alimentarios y circunstancias socioeconómicas
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